Supongamos que las victimas, los oprimidos,los que sufren, los que se sienten inseguros y cansados de si mismos, se pusiesen a moralizar a su vez. Seria probable que expresaran un pesimismo lleno de desconfianza respecto de toda la condición humana, tal vez la condenación del hombre y de su condición . El esclavo mira con recelo las virtudes del poderoso, se reciente del escepticismo y desconfianza, una desconfianza REFINADA hacia el BIEN que honra al poderoso y quisiera persuadirse de que la felicidad de este es ficticia. Por el contrario, coloca en primer y a plena luz las cualidades que sirven para aliviar a los que sufren del fardo de su existencia; lo HONROSO, en cuanto a él, es el sentimiento de compasión, de la mano complaciente y siempre abierta, la bondad de corazón, la paciencia, la asiduidad, la humildad, la afabilidad, que cree dar y recibir porque son las cualidades mas útiles y casi los únicos medios de soportar el peso de su existencia.
