Entiendo que ya no me quieras.
Porque no soy quien querías que fuera.
Porque amo el alcohol y me salgo de mi casa sin rumbo fijo; porque vivo en las bibliotecas y no duermo; porque no me importa viajar en metro y observar el mundo.
Porque mis palabras son mordaces en comparación con las de tu mamá; porque no puedes ver la belleza en un lunes o en un día caluroso, lluvioso o frío mientras yo la veo en todos.
Y porque pinté mi cabello de rojo y mis labios siempre son del mismo tono.
Y sobretodo porque nunca seré solo tuya.
