Tú no eres tu edad,
no eres la talla de ropa que llevas.
Tú no eres tu peso
o el color de tus ojos.
Tú no eres tu nombre,
o las pecas de tus mejillas.
Tú eres los libros que lees,
las series que ves
y todas las palabras que dices.
Tú eres esa voz roca de las mañanas
y la sonrisa que tratas de esconder.
Tú eres la dulzura de tu risa
y todas las lágrimas que has llorado.
Tú eres las canciones que ruidosamente escuchas
cuando sabes que no hay nadie en casa.
Tú eres los lugares que has visitado
y ese que llamas hogar.
Tú eres las cosas en las que crees
y la gente que quieres.
Tú eres las fotos de tu habitación
y el futuro con el que sueñas.
Tú estas hecha con mucha bellaza
pero parece que lo olvidaste
cuando decidiste ser definida
por todas aquellas cosas que no eres.