Siempre que empiezo a hablar de ti, te vuelvo querer. Porque me vuelves a dar seguridad, porque me haces recordar por todo lo que vale la pena luchar, y me doy cuenta de lo afortunada que soy de poder contar a mis amigos que te conozco, porque siempre que hablo de ti me dan ganas de ser mejor persona, de seguir tu ejemplo, y me transmites esa energía y las ganas de hacer este mundo mejor, porque eso haces en el mío cuando me llega un mensaje tuyo, cuando con una nota de voz me haces sonreír y cerrar los ojos para pensar que estás al lado mío hablándome, para pensar lo que hubiera sido si no me hubiera ido, tratando de que este dolor pare, de que esos pensamientos no me inunden, porque yo se que tu no te mortificas ni te desvelas escribiendo tus sentimientos hacía mí como yo lo estoy haciendo, necesitándome como yo te necesito, extrañándome como yo te extraño; porque nunca te entregaste como yo, decidiste irte por el camino fácil, y lo que no sabes es que yo hubiera dado todo por ti, porque tu has sido la única persona que me ha hecho sentir bonita, me hiciste sentir que de verdad me pueden querer y amar por como soy y no por como veo.
Es por eso que me aferro a ti y no puedo dejarte ir, llevo sola mucho tiempo ya, y no dejo de esperar el día en el que por fin me quiera y me acepte sin seguir deseando que tu me lo digas, porque nunca lo harás; por eso me gusta hablar de ti, porque en el pasado todavía me lo dices y me transporto a lo que siento cuando lo haces, es mi forma de sentirme querida por la persona que amo más que a nadie en este planeta, es mi forma de no olvidarte, es mi forma de no avanzar, es mi forma de verte al no poder tenerte.